El cuerpo humano tiene áreas donde convergen gran cantidad de terminaciones nerviosas y son potencialmente eróticas, una de ellas es el ano y la zona adyacente.

Esto se debe a que están interconectadas a otras partes del cuerpo como el Punto G y la zona prostática, también llamada Punto P.

Pero, ¿En qué consiste el sexo anal?

Se refiere a la introducción del pene, o cualquier juguete sexual, a través del ano de la pareja.

Hay numerosas referencias históricas a la práctica del sexo anal en la antigüedad.

Una de las más curiosas es que el sexo anal era tan común en la antigua Grecia que hasta había un ejército de elite, conocido como el Batallón sagrado de Tebas, que estaba compuesto por 150 parejas de soldados que lo practicaban con regularidad.

El sexo anal es más corriente de lo que se piensa, se incluye tanto en las relaciones homosexuales como en las heterosexuales; y aunque algunos lo ven como un tabú, lo cierto es que es una excitante fuente de placer.

Cada día son más las parejas heterosexuales que practican el sexo anal, gracias a una mayor consciencia e información sobre este tema, generando responsabilidad y seguridad en cuanto a esta práctica.

En una entrevista radial la psicóloga y sexóloga Martha Arredondo dice que un 40% de las parejas heterosexuales afirman haber tenido relaciones sexuales con penetración anal y que, de estas un 10% lo hace de manera habitual

Algunas personas asocian el sexo anal con el dolor, y aunque es posible que se produzcan molestias, por lo general están asociadas a una práctica incorrecta. Si hay dolor intenso, hay que parar.

Para que sea placentero, el sexo anal debe ser consensuado, de no ser así, será difícil que ambos lo disfruten.

La comunicación es fundamental en estos casos; habla sobre lo que te gusta y lo que no, y hasta dónde estás dispuesto en materia de sexo anal. Por ejemplo, pudieras iniciar con estimulación externa de la zona con los dedos o juguetes de vibración, y avanzar sólo si sientes comodidad para hacerlo.

Iniciación al sexo anal

Una de las formas más comunes de iniciarse en el sexo anal es la “masturbación”; explorar nuestra propia zona anal nos permitirá tener el control, conocer nuestro cuerpo y experimentar sensaciones que luego podremos compartir.

Puedes hacerlo con los dedos o con un juguete sexual, de menor a mayor tamaño. Esta zona no lubrica, por lo que es importante conseguir un lubricante adecuado para facilitar el proceso.

Algunas posturas que te pueden ayudar a tener un mejor sexo anal, te las presentamos a continuación:

Doggy: Considerada como una de las más sexys, el doggy style es una de las posturas favoritas para la práctica del sexo anal.

Permite una penetración profunda, la pareja se inclina colocando como punto de apoyo las rodillas y brazos mientras es penetrada.

Persona penetrada arriba: Es otra postura popular. A modo de jinete el hombre o mujer que se encuentra en la parte superior será penetrado y tendrá el control total mientras que la pareja permanece acostada boca arriba. Se recomiendan movimientos suaves.

Columpio para sexo — Columpio para actividades sexuales

Cucharita: Considerada una de las posturas más románticas, el acercamiento a la pareja resulta tierno y apasionado, la parte pasiva estará relajada mientras que la activa lentamente penetra.

Columpio y slings: Dentro de las categorías de juguetes sexuales este mobiliario es ideal para tener una experiencia anal fascinante, dado lo versátil del columpio podrás tener una mayor relajación mientras eres penetrado.

Higiene y Precaución

La práctica del sexo anal no está libre de riesgos. Es una zona que por su naturaleza contiene una flora bacteriana con la que se debe tener cuidado, una práctica incorrecta causará infecciones severas.

El ano es una zona delicada que puede sufrir pequeñas fisuras e incluso hemorragias si la práctica se torna muy fuerte.

El ano y el recto no generan lubricación y sus músculos no son tan elásticos, por lo que se recomienda el uso de lubricantes especiales, de buena calidad.

Tanto la saliva, como los lubricantes a base de agua no son aptos para el sexo anal puesto que se evaporan con rapidez.

Por otro lado, los lubricantes con base de aceites dañan los preservativos, así que lo recomendado para el sexo anal, es usar lubricantes con base de silicón que cumplirán el objetivo sin poner en riesgo tu salud.

El uso del preservativo es fundamental para evitar enfermedades de transmisión sexual (ETS), y una correcta limpieza en el recto antes de la penetración es importante para que no tengas una experiencia desagradable.

Si de juguetes eróticos se trata, recuerda lavarlos adecuadamente antes y después del acto sexual, además es importante elegir aquellos que estén hechos de materiales no porosos.

El sexo anal como otras tantas prácticas sexuales, nos proporciona versatilidad, variedad, novedad y placer, elementos que contribuyen a una mejor satisfacción y conexión sexual en pareja.

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