El rol de la mujer en todos los aspectos de la sociedad ha cambiado considerablemente con el paso de los años, y el sexo no es una excepción. Hoy en día no solamente tomamos la iniciativa a la hora de iniciar un encuentro sexual, además, podemos asumir la posición dominante y penetrar a un hombre con la ayuda normalmente de un arnés y un consolador, práctica mejor conocida como pegging.

Pegging: ¿Cuál es tu posición?

Aunque para algunos es un tema controversial, la mayoría de los que se han aventurado a probarlo afirma que los niveles de placer alcanzados son muy superiores a los del sexo convencional, por lo que esta práctica se populariza cada día más. Quizás por eso ha pasado de ser un tabú que sólo se veía en películas pornográficas, a ser tema principal de episodios de series estadounidenses tan conocidas como Broad City.

Curiosamente, aunque el Marqués de Sade ya hablaba de eso en 1795, no fue hasta el año 2001 que esta práctica recibió el nombre oficial de pegging, acuñada por el periodista Dan Savage, quien a través de su exitosa columna web Savage Love, en el año 2001 decidió hacer un concurso entre sus seguidores para acuñar el nuevo término.

Quienes practican el pegging coinciden en que la satisfacción va más allá de lo físico, ya que el componente psicológico que añade la inversión de los roles convencionales es extraordinario y te hace alcanzar otros niveles de placer.

¿Jugamos?

Para jugar con el pegging necesitas, además de ganas de aventurarte a experimentar placer sexual de nuevas formas, algunos accesorios:

Un consolador o dildo: escoge un tamaño con el cual se sientan cómodos ambos en la pareja. Es importante que la base del consolador sea apropiada para usar con arnés.
Un arnés: Para usar el consolador para penetrar a tu pareja. Escoge el arnés que mejor se adapte a ti y que te resulte más cómodo.
Lubricante: La lubricación es esencial, ya que el ano no se lubrica naturalmente. Un lubricante a base de silicona es muy recomendable para penetración anal, pero siempre revisar que el material de tu juguete sea compatible con el tipo de lubricante que usas.

En cuanto a las posiciones, estamos seguros de que tu imaginación te dirá qué hacer. Quienes se inician en la práctica recomiendan empezar con el clásico doggy style o perrito es un buen comienzo, mientras que otras parejas prefieren acostarse boca arriba y elevar las piernas con la intención de facilitar una mejor penetración en el ano, además de una conexión visual más íntima al mirarse de frente, y mejor acceso al pene por parte de ambos.

Recuerda que para ésta y toda práctica sexual, el consentimiento expreso de tu pareja en indispensable, así que la comunicación debe estar presente de inicio a fin. Y no olvides mantener una correcta higiene y disfruta de la experiencia.

¿Te atreves a probar?