En su novela “Como agua para chocolate”, la autora mexicana Laura Esquivel pone en boca de uno de sus personajes una curiosa frase: “No es por vicio, ni por fornicio, sino por dar un hijo a tu servicio”.

Aunque pensemos que hoy esa frase, y el conjunto de creencias que representa, han quedado décadas atrás, lo cierto es que aún, para muchas mujeres, el placer sexual sigue siendo un tema tabú.

El sexo y la búsqueda femenina de la equidad

La libertad femenina tiene tantos y tan diversos aspectos que se puede llegar a pensar que el tema sexual no es importante. La realidad es que siendo seres integrales, la aceptación, el reconocimiento y el disfrute de nuestra sexualidad son claves para lograr la tan anhelada equidad.

Crecer en una sociedad que nos daba a las mujeres un rol pasivo dentro de las relaciones sexuales, engendró una generación que se avergonzaba si sentía placer o que, en muchos casos, ni siquiera sabía que podía encontrar satisfacción así.

Afortunadamente, esto ha ido cambiando, aunque quizás no con la celeridad necesaria. Pero ahora, mujeres de todas las edades aprendemos y participamos activamente en la búsqueda de nuestro propio placer y no sentimos vergüenza por ello.

El conocimiento es poder

Esta afirmación tiene la clave: el disfrute de la sexualidad femenina comienza por el autoconocimiento. Tal como un virtuoso del violín, se familiariza con su instrumento y prueba pacientemente nuevas formas de ejecutar las composiciones que se han creado, para alcanzar la perfección en su arte, nuestros cuerpos son el medio para lograr placer sexual.

Esta certeza ha hecho que miles de mujeres en todo el mundo nos dediquemos a explorar los recursos que tenemos a nuestra disposición para experimentar nuevas sensaciones.

La masturbación femenina fue mal vista durante muchos años. Niñas y adolescentes éramos aleccionadas con la idea de que explorar nuestros propios cuerpos era una práctica sucia.

Esto tenía como consecuencia lógica que, en muchos casos, las mujeres iniciáramos nuestra vida sexual en total ignorancia o con expectativas novelescas. El orgasmo era entonces el santo grial que todas buscábamos con afán, y que no todas podíamos encontrar.

En este camino de buscar, probar, descubrir y disfrutar, las mujeres tenemos la opción de utilizar juguetes sexuales. Si se quiere, otro tabú dentro del tabú. Porque si bien es cierto que hay evidencia de la existencia de juguetes sexuales femeninos desde tiempos muy remotos, su uso ha estado rodeado de prejuicios.

Juguetes para una sexualidad más plena

Si sientes algún tipo de resistencia ante la idea de incluir un juguete sexual en tus encuentros sexuales o como parte de tu autosatisfacción, no te preocupes, muchas de nosotras hemos sentido lo mismo.

Ten presente que los juguetes sexuales no son otra cosa que herramientas que pueden fortalecer nuestra determinación de alcanzar la plenitud en todos los aspectos de nuestra vida. Saber qué nos gusta, cuándo, cómo y dónde, es esencial para obtener satisfacción, no hay otra forma.

La práctica de la masturbación ha contribuido enormemente a mejorar la vida sexual de muchas mujeres, puesto que nos brinda la oportunidad de conocer con detalle nuestros órganos sexuales y aprender como emplearlos para obtener placer de manera plena y sin culpa.

Puedes usar tus juguetes sexuales sóla, o con otra u otras personas, ¡no hay límites! La idea es que te conozcas mejor, y que a la vez te diviertas, explorando diferentes maneras de dar, pero sobre todo, de recibir placer.

Anímate a revisar la selección de juguetes sexuales que ofrecemos en nuestra tienda y rompe para siempre con las creencias que limitan tu libertad y tu derecho a disfrutar.

¿Te animas?