Punto G: ¿mito o realidad?
La sexualidad nos guía en nuestras pasiones, la estimulación del clítoris acompañada de lubricantes y juguetes eróticos ocupan el lugar predilecto de muchos como principal opción. Si no has experimentado un orgasmo, no significa que sea imposible de lograr. Algunos consideran que el Punto G puede ser la clave para que las mujeres alcancen el éxtasis durante la penetración.
La especie humana siempre ha sido protagonista de cambios, todo evoluciona, todo es impermanente y nos guste o no, somos parte de un todo. Algunos hechos marcan un antes y un después, y ellos sin duda tienen un impacto en el desarrollo de las sociedades, y por ende en quienes formamos parte de ella.
A mediados del siglo pasado, Ernst Gräfenberg no se imaginó que la zona de estimulación erótica que identificó en la cara anterior de la vagina, sería nombrada Punto G en su honor más de cuarenta años después y publicitada en vivo en 1981, en el programa de Phil Donahue en horario estelar en la televisión norteamericana. Desde entonces, la polémica ha sido permanente, con desacuerdos que van desde negar de plano su existencia, hasta diferencias en cuanto a la ubicación exacta y naturaleza del famoso punto.
Para los que defienden la tesis de su existencia no es más que una pequeña zona sensible ubicada en la pared anterior de la vagina a una altura de unos 3 ó 4 centímetros de profundidad, y que a mayor manipulación, mayor placer. La supuesta concentración de terminaciones nerviosas en ese punto harían posible que con la presión adecuada la experiencia sea lo más explosiva posible, llevando al orgasmo y hasta a la eyaculación femenina.
Por otro lado, los que niegan la existencia física del Punto G, y lo asocian con algo más psicológico, emocional, y de estado de ánimo, destacan que en la parte alta de la vagina efectivamente convergen más de 8 mil terminaciones nerviosas, y que su cercanía con el clítoris hace de esa zona una de las más sensibles, pero señalan que, a pesar de esto, durante cirugías de levantamiento de vejiga esas terminaciones nerviosas usualmente son cortadas, y las mujeres siguen teniendo orgasmos, por lo que la experiencia del orgasmo sería independiente de la existencia de este punto.
¿Qué dice la ciencia acerca del Punto G?
La realidad es que no existe evidencia científica de la existencia de un órgano o glándula que materialice el Punto G, pero tampoco puede negarse que la confluencia de terminaciones nerviosas en el área pueda producir el efecto descrito por Gräfenberg.
Esto nos plantea entonces un dilema personal, acerca de la decisión de si creer o no en su existencia y actuar en concordancia con ello, y cabe preguntarse, ¿es esto tan importante?
El placer es un universo en constante expansión, y que tiene muchas vertientes, aprender a conocernos nosotros mismos es una experiencia infinita y diferente para cada persona.
La cinta pornográfica Garganta Profunda, protagonizada por la actriz Linda Susan Boreman, más conocida como Linda Lovelace refleja lo infinito de esa búsqueda de placer. En la cinta, la protagonista no consigue llegar al orgasmo y se ve en la necesidad de buscar ayuda médica, conociendo al Dr. Young.
El doctor se sorprende al descubrir que Linda no sólo no tiene orgasmos, sino que además no se siente atraída por el sexo. Luego de diversos estudios el Dr. Young descubre que Linda tiene el clítoris en la garganta, y que por medio de felaciones profundas lograría conseguir los orgasmos deseados. De ahí el nombre de este clásico del cine porno de 1972.
En conclusión, creemos que lo importante es ocuparse más y preocuparse menos. El Punto G puede ser aquel que te dé más placer, sin importar que sea un órgano, una glándula o, literalmente, un manojo de nervios.
Y ante la duda, lo que acá te recomendamos es descubrirlo por ti misma, con cualquiera de los juguetes que tenemos para estimular el Punto G.
Algunos productos que te recomendamos para el Punto G…
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